Proceso de la Conquista Española en el Perú (3/9)

 Huayna Cápac ya sabía de los españoles


Antes de morir Huayna Cápac, se dirigía hacia Quito para establecerse ahí y seguir con sus campañas militares. En el camino se entera de lo siguiente: 


«Poco antes de llegar a Mullutuyru, recibió un sensacional mensaje de Chirimasa, kuraka de Tumpis (Tumbes), anunciándole la presencia en aguas tumbesinas de grandes casas flotantes, donde iban hombres raros, blancos y barbudos. Las informaciones se sucedían con extraordinaria frecuencia. Los chasquis se cruzaban constantemente entre Tumbes y Tomebamba, llevando nuevas informaciones.» [11] 


Para ese entonces, era el año 1527, de cuando Pizarro realizaba su segundo viaje exploratorio. Estas informaciones encienden los temores del Inca. Huayna Cápac venía desde un trayecto iniciado desde Lima, luego de visitar las huacas de Pachacámac y de Rímac, consultando una y otra vez sobre las profecías que se sabía entre los Incas desde hacía varios años atrás. Estas profecías hablaban de la venida de los hombres extraños que acabarían con el Imperio Inca, en los años posteriores a la muerte del doceavo Inca.  

La angustia de Huayna Cápac era enorme. Él sabía que si moría, todo lo logrado empezaría a desaparecer. En estas cavilaciones andaba, sin poder precisar quién de sus hijos lo descendería, porque intuía el fin del Imperio Inca. Por recomendación de sus allegados, le sugirieron que fuera hacia Tumipampa para que recuperara su salud. Ninan Cuyoche era su hijo heredero del trono, pero también murió a los pocos días del fallecimiento de Huayna Cápac. 

El motivo del deceso de Huayna Cápac fue una intriga por varios años. Mientras que Julio C. Tello afirmaba que fue la sífilis, Pablo Patrón aseguraba que fue por la verruga peruana, y los cronistas que la viruela. Un doctor, llamado Lucio Castro, publicó un pequeño ensayo titulado “Diagnóstico Médico Legal de la Muerte de Huayna Cápac Inca”. Luego de leer atentamente a los cronistas españoles, pudo deducir que la enfermedad que mató a Huayna Cápac no fue la viruela y tampoco la verruga, sino el paludismo (malaria), complicado con un proceso broncopulmonar agudo. [12]

Y se basó en lo siguiente: el cronista Polo de Ondegardo fue el que vio la momia del Inca Huayna Cápac, y decía que “estaba el cuerpo tan entero y bien aderezado con cierto betún, que parecía vivo. Los ojos tenían hechos de una tetilla de oro; tan bien puestos, que no le hacían falta los naturales.” Luego refiere que cuando lo llevaron a Lima, “causó admiración ver cuerpos humanos de tantos años, con tan linda tez y tan enteros”. [13] 

Se sabe que tanto la viruela como la verruga, deja secuelas de manchas y úlceras en la piel, y si el Inca estaba con la tez entera, entonces ninguna de las dos enfermedades fue lo que acabó con su vida. 

Luis Giles Saéz, quien escribió una historia novelada sobre el Inca Pachacútec y el amor de una doncella de un acllahuasi, pese a ser una novela “romántica” convencional con el tropos europeizado del amor, entre sus páginas se encuentra lo siguiente, en el que culpa directamente a Huayna Cápac y a los españoles por la destrucción del Tawantinsuyu a través de las enfermedades: 


«Fue este Inca uno de los causantes de la destrucción del gran imperio de los Incas, porque por amor incontrolado a su hijo bastardo Atahuallpa y a la madre de éste, la princesa Siri, dividió el Tawantinsuyo y así con las guerras crueles entre Huáscar, el Inca legítimo y el bastardo Atahuallpa, quien se valió de argucias y engaños para derrotar y matar a su hermano, el imperio quedó debilitado

Pero eso no era todo. Cuando llegaron los hombres blancos trajeron enfermedades contagiosas como la viruela, el sarampión, la varicela, que eran desconocidas en esta parte del globo. Los habitantes de este lado del mundo no tenían pues defensas contra esas enfermedades y morían por centenares y miles.» [14]


La visión que todos recordamos como leyenda

De seguro habremos escuchado desde la escuela hablar sobre este fenómeno de la naturaleza. ¿Sueño? ¿Alucinación colectiva? ¿Y por qué no se ha vuelto a repetir este fenómeno hoy en día? 


«El Chozno de Huiracocha, el Inca Huayna Capac, unos años antes de morir, tuvo una conclusión semejante al asistir una tarde a un espectáculo de la naturaleza completamente extraño. 

El sol se veía rodeado de un nimbo de color rojo seguido de otro negro. Los adivinos consultados dijeron que el círculo rojo significaba sangre y que pronto se iba a derramar mucha en el imperio debido a guerras con otros hombres venidos de países lejanos, y el nimbo negro significaba que luego de la matanza el imperio iba a caer en manos de esa gente extraña. Era precisamente cuando le habían anunciado que habían visto un velero cruzando el mar al frente de Tumbes en el Perú.»  [15]


Notas: 

11. BARCO LOPEZ, J. Alejandro, Los tesoros de Pachacámac y Catalina Huanca, Segunda Parte, I. Hacia Tumipampa y Quito, pp. 223-224. 

12. CASTRO, Lucio, Diagnóstico Médico Legal de la Muerte de Huayna Cápac Inca – XII Emperador del Tahuantinsuyo, p. 14.

13. Ibidem, citando a Polo de Ondegardo, p. 10.

14. GILES SAÉZ, Luis Humberto, Pachacutej y Nina Rumi, La vida diaria en el Imperio Inca - Historia Novelada. Nota 158, pp. 270-271.

15. Ibidem. 


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